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L A   G U E R R A   D E   L A   F R O N T E R A

 
"¡Regístrame! soy árabe
el número de mi identidad es cincuenta mil
tengo ocho hijos y el noveno... ¡vendrá poco después del verano!
¿Vas a irritarte acaso?
¡Regístrame!
soy árabe trabajo con mis compañeros de lucha
en una cantera
tengo ocho hijos
arranco piedras
el pan, las ropas, los cuadernos
y no vengo a mendigar a tu puerta
y no me inclino
delante de las piedras de tu umbral
¿Vas a irritarte acaso?
¡Regístrame!
soy árabe
mi nombre es muy común
y soy paciente
en un país que hierve de cólera
mis raíces...
fijadas antes del nacimiento de los tiempos
antes de la eclosión de los siglos
antes de los cipreses y olivos
antes del crecimiento vegetal (….)[1] 
 

 

El fragmento anterior pertenece al poema “ Documento de Identidad”, es de la autoría de Mahmud Darwish, importante poeta nacido en Palestina en 1941, y parte de la resistencia palestina, que como muchos otros fue perseguido y encarcelado por el Estado de Israel. Sus palabras, retratan la realidad de un pueblo que camina entre las balas, los muros, los campos de refugiados, las fronteras… en este territorio paradójico del Oriente Próximo, en una lucha que ha recalcado la persistencia de la búsqueda de la memoria, y la obstinada mirada de occidente.

 

El poema de Darwish retrata esa idea de la frontera, frontera lingüística, geográfica, frontera de cemento, frontera enmarcada en la lucha del pueblo palestino y también judío en un enfrentamiento que tiene cientos de años y que comenzó aún antes de la consolidación del Estado de Israel en 1948. Esta lucha que se enmascara también en un control político y en un discurso que tiene como base el concepto de terrorismo, va más allá de la creencia religiosa, es un conflicto que se ancla en la cotidianidad que se vive en las aldeas palestinas rodeadas de olivos y en los grandes edificios que sobresalen en las ciudades de Israel. Frontera, que además está cimentada también sobre la mirada de Occidente, y la gestión actual del gobierno de derecha de Israel liderado por el Partido de Likud y por la figura de Benjamin Netanyahu. 

 

 El problema palestino, que se vive en Medio Oriente, donde no se puede negar la pugna por el poder, que busca también hacerse el control de los recursos naturales de la región, en la actualidad no puede dejar de ser visto a la luz de la reelección de Netanyahu en Israel, y las implicaciones de su política exterior para con la comunidad árabe-palestina. Netanyahu es parte del Partido Likud de Israel: “ A la derecha se encuentra el partido Likud, que significa unidad. Durante la época del mandato británico se encargó de organizar la inmigración clandestina de judíos a Palestina (…) ha mantenido su posición sobre el reclamo de territorios en el banco occidental y otros sitios históricos de Eretz (…)[2]”. Su política, no sólo en el exterior sino en el interior de Israel; ha supuesto el aumento del costo de vida para los judíos, la insatisfacción de la clase media, un conflicto con aliados importantes, una guerra que ha asesinado de acuerdo con el períodico “The Guardian” a más palestinos en el 2014 que desde 1967, con un total de 2.200 muertos de Gaza, 1492 civiles, 605 militantes, 123 no verificados, más de 11.000 personas heridas y más de 500.000 palestinos desplazados[3].

 

"The conflict in Gaza in July and August was largely responsible for the deaths of 2,220 Palestinians. Photograph: Imago/Barcroft Media". Extraído de The Guardian. CLICK EN LA FOTO PARA VER NOTICIA.

 

Pero los versos de los poetas palestinos, del cine palestino, del arte palestino, todos los llamados a la resistencia, parece que se esfuman con la rapidez de las cifras de ésta noticia al leerla. Occidente tan omnipresente en Medio Oriente, se hace la vista gorda, e Israel vuelve a reelegir a Netanyahu. Vuelven a reelegir a Netanyahu, así la economía no sea satisfactoria y el costo del nivel de vida para la comunidad judía sea muy alto, así las relaciones con occidente sean más tensas por el tratado nuclear con Irán... La realidad palestina, que no se extiende sólo al territorio de la Franja de Gaza, sino que también se visibiliza en grandes campos de refugiados a lo largo del Medio Oriente como lo es el caso de Yarmouk en Siria, nuevamente se ve enfrentada a una política que personifica Netanyahu, que implica la puntualización de la frontera, sobre todo en el caso del banco occidental, como ejercicio del poder y fortalecimiento de la nación judía. 

 

La pregunta queda abierta, frente a ésta vecindad impuesta, que por medio del voto recalca la frontera…

 

 

Bibliografía: 

 

© 2015                                                                                                                                                                                                                    El CEAAMI no se responsabiliza por contenidos firmados por los autores

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