Opinar sobre un tema como el feminismo islámico es algo que me ha resultado particularmente difícil. No sólo por la evidente complejidad del tema, algo que sobra resaltar. Es más por lo lejano que me resulta. Al acercarme al tema como un problema histórico, desde este espacio de objetividad al cual denominan “ciencias sociales” no podía dejar de preguntarme ¿Cómo podría yo realmente comprender lo que implica ser una mujer musulmana? Claramente nunca comprendemos en nuestra totalidad al problema al que nos acercamos. Y si bien el feminismo islámico es, puede y debe ser tratado como un “problema histórico” en tanto nuestra labor es siempre comprender la sociedad en un intento por prever (y, en lo posible, evitar) consecuencias negativas del flujo de la misma, sentirme tan lejana de algo que es la vivencia diaria de millones de mujeres no deja de ser una posición ética conflictiva cuando me plantee la tarea de opinar sobre ello.
Hay varias cosas que “analíticamente” se deben tener como punto de partida para comprender la particularidad del feminismo islámico. La primera es que como “feminismo” se diferencia -absolutamente- de lo que son los feminismos occidentales. Esto es contundente. Aquí pongo en síntesis algunos de los elementos que abundan en el debate al respecto.
La mayoría de las sociedades de las cuales tenemos conocimiento en la historia han sido estructuras patriarcales, sin duda. Pero, una diferencia radical del mundo islámico hoy con el resto del mundo es que éste, de forma mucho más marcada que el resto, aún mantiene la estructuración de sus estados, y evidentemente de sus sociedades, desde la base de un modelo absolutamente patriarcal. Esto quiere decir algo tan simple cómo que hoy en día, en la gran mayoría del mundo islámico, las mujeres siguen siendo reconocidas (y, muchas veces reconociéndose) como sujetos inferiores. Por ende NO tienen los mismos derechos “privados” NI la misma participación “pública” a la cual nosotras, en el mundo occidental (con excepciones) si tenemos acceso.
Ahora, esto no es gratuito. Algunas de las bien conocidas consecuencias de este proceso histórico que tan vagamente llamamos “modernidad” fue, por un lado, la laicización de las estructuras sociales –lo que implicó una radical transformación del discurso dominante religioso- abriendo paso a una reinterpretación del patriarcalismo contenido en él y, por el otro, un reordenamiento de las relaciones entre hombres y mujeres. Explicar en detalle las razones de éste reordenamiento tomaría un espacio mucho más grande que éste. Lo importante es resaltar qué si bien este proceso en el hemisferio occidental no ha tenido (hasta el momento) mayor retroceso, en el mundo islámico sí.
A muchos les resulta paradójico que la entrada del capitalismo mercantil a lo largo del siglo XX en el mundo islámico fuera aquello que diera paso a la elaboración de un “feminismo” propiamente desde el mundo musulmán. Que el capitalismo fuera la condición “revolucionaria” que las mujeres necesitaban parece absurdo. Bueno, en el contexto musulmán no lo es.
Las estructuras tradicionales que sostienen el patriarcalismo en las estructuras sociales del mundo islámico están consustancialmente relacionadas con la religión. Con esto NO estoy diciendo que el islam sea en sí patriarcal, machista y opresor. De hecho no lo es, el contenido del Corán –en su momento- implico un significativo avance para las mujeres del momento. Lo que sí estoy diciendo es que la religión como institución, esa que se formó a partir de la sunna, los hadices y, por supuesto, las escuelas jurídicas es -sin duda alguna- patriarcal, machista y opresora (y esto último no sólo para las mujeres). Las interpretaciones que se hacen del Corán desde las autoridades religiosas en países conservadores, sobre todo en aquellos que como Arabia Saudí, donde no pretenden dar ningún derecho “real” de participación a las mujeres están basadas en opiniones reductoras sobre las mismas, opiniones no sagradas, construidas en favor de una élite machista pero que no dudan en mostrarse como verdades sagradas e incuestionables a la totalidad de la población[1].
El problema es que estos relatos construidos, cómo lo es el popular hadiz “Aquellos que confíen sus asuntos a las mujeres nunca conocerán la prosperidad” son verdades incuestionables, llenas de sustancia y sacralidad para la mayoría de la población, inclusive para las mujeres contemporáneas. Y en tanto son verdades incuestionables afectan y condicionan directamente la vivencia cotidiana de millones de mujeres. Por esto no debe sorprender que fuera el elemento de “irrupción” económica, exterior y occidental el que impulsara -en cierta medida- las elaboraciones feministas desde el mundo islámico.
Curiosamente, pese a que es el islam aquel que parecería ser el “responsable” por el ordenamiento patriarcal de las relaciones hombre-mujer, el feminismo islámico insiste en la religión como posibilidad de reivindicación, bien sea por fe o bien sea por pragmatismo y comprensión de la sociedad (cambiar las cosas desde la religión es simplemente más fácil). Y, con toda franqueza, la opción por el islam es también aquella que me resulta más clara, más potente como posibilidad de cambio.
El feminismo occidental reclama que la religión va en contra de un proyecto de “emancipación” femenina. Afirma que desde ella nunca podrá haber un reordenamiento que favorezca a las mujeres y, sin tapujes, juzga a las mujeres que insisten en esta tradición como el lugar de su poder, evidencia de esto es la obsesión enfermiza occidental por el velo y “sus implicaciones”. El feminismo occidental no ve que el mundo islámico ya presenció una élite “laica” que impulsó el feminismo a principios del siglo XX y que, en el intento, fracasó. Como “élite” nunca logró comunicarse con la vivencia de la mayoría de las mujeres que son musulmanas y, muchas veces, no quieren dejar de serlo para conseguir una “liberación” (a veces tan falsa) al estilo occidental.
Así, tan extraño como parezca desde el occidente “laico” y “progresista”, el camino para las mujeres musulmanas es por el islam. La apuesta es por una reinterpretación del islam desde, para y por las mujeres. El camino es el que hoy en día emprenden tantas asociaciones y mujeres de ésta parte del globo. Luchar por el derecho a la educación. Acercar a las mujeres a las fuentes sagradas. Incentivarlas a que las vean por sí solas, a que se ejerza, desde ellas, un cambio de comportamiento, una reelaboración de la verdad. Los cambios estructurales en la sociedad ya los vemos, muchas mujeres pueden votar. Inclusive algunas participan en política y demás estamentos de la vida “pública” ¿Pero qué pasa si no se desplaza el sistema de valores en el cual está bien considerar a la mujer como inferior y que para la mujer sea más “cómodo” considerarse como tal? Este desplazamiento, desde los cambios de comportamiento, es quizá la mejor opción.
Bibliografía Sugerida:
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Mernissi, Fatima. The veil and the male elite. Canada; Perseus Books, 1991.
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Nawal El Saadawi. The essential Nadal el Saadawi (Ed. Adele Newson Horst) London; Zed, 2010.
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Onrubia Garcia, Alba. El derecho a ser mujer y a ser musulmana, feminismo islámico. Pueblas, revista de información y debate (27 de Octubre del 2010).
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Paradela Alonso, Nieves. Los feminismos árabes y sus luchas por los derechos de la mujer. Consulta: http://www.encuentros-multidisciplinares.org/Revistan%C2%BA46/Nieves_Paradela.pdf
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Mernissi, Fatima. Ndeye Andújar (Cord) El feminismo islámico: realidades desde un movimiento emergente. En el seminario reinterpretaciones femeninas y feministas del Islam hoy. Alicante 17 de marzo del 2010.
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Mohamed, Carisma. Islam y Mujer a propósito de dos libro de Fátima Mernissi. Cad. Pagu no.36 Campinas Jan./June 2011.
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Awatef Ketiti. Lucha feministas y transiciones democráticas en el Mundo Árabe. Congreso Femenino Agenda Globa l27-28 de Marzo del 2015. Instituto de Igualdad; Islas Canarias: https://www.gobiernodecanarias.org/opencms8/opencms/icigualdad/resources/documentacion/Actividades_ICI_2015/2015_ICI_CongresoFAG_AwatefK.pdf
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Rivera de la Fuente, Vanessa Alejandro. Relatos hermenéuticos y activismo feminista en el Islam: Hacia una teología de la mujer musulmana como “sujeto”. Mondràgora, vol. 21 no. 21 (2015) pp. 19-45.
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Mirr Hosseini, Ziba. New Feminist Voices in Islam. Recurso online: http://www.mazefilm.de/dokupdf/mir_hosseini_1.pdf (Consultado 7 de Marzo del 2016)
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Hafez Barazangi, Nimat. La autoidentidad de la mujer musulmana. Athenea Digital, 14(4), pg. 355-365.
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Margot, Bradan. Understanding Islam, Islamism and Islamic Feminism. Journal of Womens History, Vol 13 No. 1 (2001) pg 47-52.
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Angela, Perez-Maria, Sosa. El Islam en la vida de la mujer a atraves de los tiempos. Caurensia, Vol. IV (2009) pg. 227-247.
Dejo el Link para una carpeta en drive que contiene libros de feminismo y problemas de género en todos los ámbitos de las ciencias sociales:
https://drive.google.com/drive/folders/0B6o-K8gruZR6Z2ZlUGFDVE4zSlk
[1] Véase el trabajo de Fátima Mernissi, por ejemplo.